Antecedentes de la Arquitectura Técnica
Hay recogidas referencias a la profesión ya en el siglo XV. Sirva de ejemplo, la inscripción encontrada en uno de los sepulcros de la Capilla de Santa Clara, de Tordesillas (1430) en la que se puede leer: “Aquí yace Guillen de Rohan, maestro de la Iglesia de León et Aparejador de esta capilla”. Pero la presencia activa de los Aparejadores en las obras de edificación está ampliamente documentada desde el siglo XVI, siendo entonces la primera profesión que, cuando se desempeñaba bajo la figura que hoy consideraríamos funcionarial, tenía reconocida, además de unos emolumentos fijos, la provisión de gastos para atender los desplazamientos a las obras o construcciones, lo que comprendía la disposición de una cabalgadura y de las dietas necesarias a su manutención.
De las filas de los Aparejadores salieron los Maestros Mayores. Las intervenciones de ambos profesionales se encuentran en el origen de prácticamente toda la edificación de determinada entidad ejecutada en España hasta principios del siglo XX.
La enseñanza profesional de Aparejador, se crea por R.D. de 23 de Agosto de 1.895 (De la Real Orden del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes de 4 de Junio de 1.902), aunque la configuración actual de la profesión surge con el Decreto de Atribuciones de 16 de julio de 1935, que estableciera la obligatoriedad de intervención de los Aparejadores en todas las obras de arquitectura, como ayudante técnico de las mismas.
Académicamente constituye un hito importante la Ley de Enseñanzas Técnicas de 1957, que configuró los estudios que se impartían en las Escuelas de Aparejadores, introduciendo el Curso Preparatorio más los tres años de carrera, y que estableció las especialidades de urbanismo, organización de obras e instalaciones.
La titulación universitaria de Arquitecto Técnico aparece en España con esta denominación a partir de la reforma de las Enseñanzas Técnicas de 1964, integrándose los estudios en la Universidad a partir de la Ley General de Educación de 4 de agosto de 1970, constituyéndose las Escuelas Universitarias de Arquitectura Técnica por Decreto de 10 de mayo de 1972. La Ley de Reforma Universitaria de 1983 y las disposiciones dictadas en su desarrollo han mantenido el sistema académico mencionado, que es el actualmente vigente.
El colectivo profesional de Arquitectos Técnicos colegiados asciende actualmente (octubre de 2004), aproximadamente, a 48.000 ejercientes en toda España. La estructura colegial está formada por cincuenta y cinco Colegios Oficiales, que se coordinan por el Consejo General, y que tienen la consideración de Corporaciones de Derecho Público.